En medio del mar de conceptos y metodologías que supuestamente ayudan a innovar en el mundo de los negocios, la metodología Lean se ha convertido en el “último grito de la moda” en el sector empresarial.
¿Qué es la metodología Lean?
Este método fue desarrollado originalmente para aplicarlo en la industria automotriz con un sólo objetivo: crear negocios viables que puedan vender repetitivamente y que puedan crecer.
Sin embargo, en los últimos años el mercado de salud ha decidido adaptarla a su entorno para desarrollar una atención médica más eficiente. De esta forma, gracias a esta metodología, es posible promover la puesta en marcha de las acciones que correspondan para lograr la satisfacción de los pacientes y de los mismos profesionales de la salud.
Una de las premisas del método Lean es la realización de lo que se necesita a tiempo, un concepto conocido como just in time. Aplicado a la gestión sanitaria, este proceso ayudaría a simplificar y hacer más eficiente el trabajo para evitar alargar las estancias hospitalarias y los tiempos de espera tanto con el médico como de pruebas clínicas.
Si deseas aplicar este método en tu empresa de salud, te recomendamos las siguientes recomendaciones:
- Desarrolla un sistema que permita identificar las medidas inmediatas y a largo plazo para facilitar la puesta en marcha de planes de calidad a nivel clínico.
- Es necesario que el personal se capacite en la utilización de la metodología, sin perder de vista el estudio de la teoría con la práctica sobre situaciones reales. Esto ayudará a que los profesionales de la salud puedan utilizar resta metodología de manera autónoma.
- Es importante el acompañamiento presencial en la aplicación de la metodología en la fase de análisis e implementación.
- También es indispensable la interacción y el aprendizaje con otras áreas que trabajen en procesos similares con el propósito de incorporar ideas exitosas que permitan la satisfacción de los pacientes.
El método Lean ha conseguido que muchas empresas de salud consigan resultados rápidos y visibles, eliminando en el camino acciones que entorpecen los procesos clínicos. Finalmente, al aplicar esta metodología se ofrece una gran oportunidad para mejorar el funcionamiento de los equipos de trabajo, así como el de las personas que trabajan en la empresa de salud y el de la atención hospitalaria.
