Después de tres días de intensas discusiones y después de que se cancelara la votación programada para el jueves, Donald Trump pidió este viernes a su base republicana en el Congreso la retirada de su controvertido proyecto de reforma del sistema público de salud.
Una hora antes del horario previsto de la votación del proyecto de ley para sustituir al sistema Obamacare, el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, se trasladó a la Casa Blanca para informar a Trump que el proyecto de reforma no sería aprobado. El proyecto no fue sometido a votación ante el riesgo de una derrota para el actual presidente estadounidense.
Tras su fallido intento para derogar el Obamacare, el presidente de Estados Unidos aseguró que pasaría la página, por lo que continuaría trabajando en otros temas como su reforma tributaria y que por ahora dejaría que el sistema de salud que heredó, colapsara.
“Dejemos que Obamacare explote”, dijo Trump desde el salón Oval al aceptar la derrota. “Obamacare está estallando y estallará todavía más, y no será algo agradable de ver”.
De acuerdo con especialistas, el retiro de la iniciativa de salud es un serio traspié para el mandatario, quien este viernes enfrentaba la primera gran prueba de su gobierno ante el Congreso.
Donald Trump se mostró especialmente crítico en Twitter con el “Freedom Caucus”, grupo conservador que se opuso a su proyecto exigiendo menos regulaciones. La propuesta, para ser elevada al Senado, necesitaba 216 votos en la Cámara de Representantes. Y aunque los republicanos cuentan con 237 representantes, la rebelión del “Freedom Caucus” fue determinante para que el proyecto de salud no fuera aceptado.
Anthony Zurcher, periodista de la BBC en Washington, señaló que los republicanos han insistido por meses en que la reforma sanitaria del expresidente Obama está destinada al fracaso, sin embargo, cada vez se inscribe más gente joven, por lo que sustituirlo por el American Health Care Act de Donald Trump ya no es una opción.
Imagen: AFP
