No ser asertivo en el consultorio puede provocar conflictos con el resto de las personas. Incluso si puedes evitar problemas directos, esta carencia puede provocar que los demás te pisoteen sin quererlo o saberlo.
Por eso debes identificar cuándo no estás siendo asertivo con el resto de la gente. Si deseas confirmar si tu comunicación emocional y profesional en el consultorio es la adecuada, hazte las siguientes preguntas:
¿Se te dificulta hacerte entender y debes explicarte frecuentemente?
Probablemente no estás siendo asertivo si, aun cuando te comunicas verbalmente, no estás logrando que las personas sepan a qué te refieres. Probablemente, muchas veces solo hablas en voz alta sin tener ideas claras, cansando a compañeros, subordinados y/o jefes en el consultorio.
¿Tus colaboradores te interrumpen a la mitad de una frase y comienzan a hablar?
A parte de ser una clara indicación de una falta de respeto, es posible que esto te suceda porque, como no eres asertivo, las ideas que expones no enriquecen la conversación y simplemente descarrilan la discusión cuando se necesitan encontrar soluciones y respuestas constructivas.
¿La gente aprovecha que dices “sí” a todo?
Una cosa es querer aceptar nuevos retos y tareas para mejorarte como profesional y otra muy distinta el constantemente sacrificar tus noches, fines de semana y descansos solo para agradar y complacer a todos. Ser asertivo significa, también, saber cuándo es correcto decir “no”.
¿Crees que, por ser callado, eres asertivo?
Jamás dar tu opinión y esperar que reconozcan tus esfuerzos solo por la calidad de tu trabajo no suele funcionar. Especialmente si tus compañeros o superiores empiezan a identificarte como callado, es porque podrían estar encasillándote como muy frío o neutral como para ser valioso.
¿Tus subordinados ignoran tu liderazgo?
Es particularmente grave cuando le gente no cree en la persona que lleva un proyecto. Si en tu consultorio ninguno de tus colaboradores parece tener el ánimo de apoyarte y seguirte, puede que por no ser asertivo te metas muy pronto en una crisis de motivación.
¿Te enoja cuando algo no salió como lo esperabas?
Ser asertivo implica saber qué cosas se pueden cambiar y qué no, así como enfocar esfuerzos y concentración en aquellos elementos sobre los que se tienen influencia. Identifica qué cosas son las que te incomodan y molestan para saber cómo cambiar tu actitud ante ellas.
