Investigación efectuada por el Ministerio de Salud de Liberia, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Atlanta (Estados Unidos) y el ejercito estadounidense, indica que el virus del ébola podría permanecer “durmiente” en sujetos que sobrevivan a la enfermedad y volver a causar contagios.
Los científicos estudiaron el origen de dos brotes de ébola en Liberia en 2015 a partir del análisis del genoma del virus. El del mes de marzo se asoció con la transmisión sexual del patógeno, mientras el de junio se vinculó con la recaída de una paciente que se dio por curada, según informes del estudio publicado en Science Advances (“Reduced evolutionary rate in reemerged Ebola virus transmission chains“).
Se sabe que la paciente, aún sin identificar, es una mujer que vivía en una granja en cuyas inmediaciones se detectaron otros dos de los siete casos del brote de mediados de año, cuyo virus se manifestó con escasa variación genética, lo que indicaría infección persistente en lugar de reintroducción de un patógeno proveniente de los alrededores.
El hallazgo indicaría que existe riesgo del resurgimiento del virus del ébola incluso después de que el brote de la enfermedad se de por concluido.
