Si entre tus actividades se encuentra la traducción de textos científicos, nunca está de más que recuerdes los conceptos básicos de esta disciplina.
Estos son algunas recomendaciones que debes tomar en cuenta a la hora de traducir:
- Sé fiel al texto original. Al momento de traducir, evita no decir nada que no esté en el texto fuente. Tampoco suprimas algo que se encuentre en el original.
- Al traducir, respeta las normas y tendencias de la lengua a la que traducirás. Muchas personas que se dedican a la traducción del inglés suelen caer en el error de incluir demasiadas oraciones en voz pasiva de las que realmente se utilizan en español. Algunas son incorrectas y otras sencillamente se ven poco naturales en nuestra lengua materna, que tiende a la voz activa tanto como el inglés a la pasiva.
- Cuídate de los “falsos amigos”. Nos referimos a las palabras que suenan y se escriben casi igual, pero que no tienen el mismo significado. También llamados falsos cognados, son palabras que se pueden prestar a confusiones. De esta forma, es común que encuentres en una revista de salud inglesa, francesa o italiana las palabras constipated, constipé o costipato. Cuando esto ocurra, es preferible que investigues y compruebes para que no des por hecho lo que en apariencia es evidente.
- No abuses de los extranjerismos. Si en la lengua a la que vas a traducir ya existe una palabra igual o equivalente al término de la lengua original y su uso está ampliamente aprobado, úsala. Siempre será preferible usar resumen a abstract o copia de seguridad a back up.
- No confíes en los traductores digitales. Actualmente puedes encontrar una gran variedad de traductores en línea. Sin embargo, su uso debería estar limitado para una primera aproximación y nunca para basarte totalmente en ellos al realizar una traducción profesional.
Toma en cuenta estos consejos para que tus trabajos de traducción sean de excelente calidad.
