En la medicina el trabajo en equipo es clave para obtener buenos resultados, pero dentro del consultorio médico resulta esencial para que cualquier negocio salga a flote, por ello, en esta ocasión te presentamos tres principios básicos que debes aplicar para que la disciplina se haga presente ente tus empleados:
1. Identifica las características positivas de cada colaborador
Tener presentes las cualidades de tus empleados te ayudará a detectar aquellos aspectos en los que están fallando.
Enseguida, será necesario abordarlos, comunicarles de forma individual y constructiva lo que piensas, mencionando primero sus virtudes e introducir, en lugar del clásico “pero”, un “y” para agregar tus observaciones, es decir, para hablarles de aquello que deben modificar.
2. Proyecta cómo será el futuro
Decirle a un colaborador médico que es “buenísimo” en su trabajo y que pudo mejorar ciertos aspectos es insuficiente, lo idóneo es hacerle notar qué aspectos puede mejorar y, sobre todo, hay que ser muy claros con respecto a lo se espera de él y en qué tiempo.
3. Establece consecuencias
Posiblemente este tipo de conversaciones tengan que efectuase un par de veces antes de observar resultados, pero en caso de que estos no se presenten será necesario establecer una consecuencia para impactar en la conducta del empleado.
Dicho lo anterior, cabe subrayar que si bien el objetivo de esta estrategia es mejorar la disciplina dentro del consultorio médico, es indispensable que la comunicación sea efectiva para obtener respuesta positiva, es decir, hay que evitar los monólogos en un sentido vertical, de jefe a empleado; permítete conocer sus puntos de vista y expectativas, ya que las personas necesitan tener retroalimentación de cómo se percibe su trabajo y lo que se espera de él para actuar en consecuencia.
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