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Carta a una versión más joven de mí

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Estimada Jo:

¡Felicidades al acabar tu carrera!

Debo de admitir que tu elección de carrera a los 5 años (que era poco probable que cumplieras) se ha convertido en realidad.

Quién lo hubiera creído.

Aunque sólo hayan acabado un puñado de mujeres, sigue en contacto con ellas y, a lo largo de tu carrera, encuentra el apoyo de otras mujeres que estén en tu campo y que ya han caminado lo que tú estás por emprender para que que puedan ser tus guías y consejeras.

Me preocupa que no entiendas y asimiles que nada ni nadie debe de hacerte sentir que tu valía y tu lugar como médico es menor por que eres quién eres; solo tú tienes el poder de determinar esos parámetros. Mientras sigas fiel a lo que te hizo ser médico en primer lugar y seas honesta contigo misma.

No planees toda tu vida alrededor de tu carrera. Si lo haces así y eres inflexible, perderás muchas otras oportunidades en muchas áreas de tu vida, incluyendo la personal.

No olvides que el término “doctora” no te define. Tú, como ser humano ecléctico con todo el conjunto de tus experiencias, conocimientos y demás vivencias que aportas al cuidado de otros seres humanos, es lo que te define.

Nunca dejes que aquellas personas y actividades que te traen paz y alegría escapen de tu vida. Dedícale el tiempo que te sea posible a los que quieres y amas. Apártate de aquellos que te generen conflicto.

La vida está llena de ciclos. Cuando cierres una etapa de tu vida, dale la bienvenida positivamente al cambio y reinvéntate. Piensa que algún día la medicina te dejará y quedará la persona que has cultivado ser.

En cada etapa haz tu círculo de apoyo en tus guías y sigue sus consejos.

Vive en el presente. El “estar” en el momento, ya sea con pacientes, tu familia o contigo misma te dará mucha claridad mental y te ayudará a no ser tan propensa al desgaste o burnout.

Aprende a meditar y hazlo durante 5 a 10 minutos cada día. Todos tenemos esa cantidad de tiempo a nuestra disposición.

Evita lo más posible el sentirte agotada. Ya sé que tendrás guardias y días complicados, pero si no aprendes a identificar que hay frustraciones y situaciones que están fuera de tu control no aprenderás a no perder tiempo y energía en donde nada puedes hacer. Recuerda el proverbial “escoge tus batallas” y deja ir.

Ten noción de tus límites. Sí, los tienes, tanto físicos, como emocionales y personales. No puedes dar todo, en cada momento y a todas las  personas que te rodean. El paciente no es primero si no estás con él. Tú eres primero.

No puedes otorgar lo que no tienes en tu posesión. No tienes salud, no la puedes dar. ¡No olvides hacer algo de ejercicio! ¡Pon a circular esa sangre y échale oxígeno a tus neuronas!

Ten muy presente los signos de desgaste y toma acción de inmediato; nunca los ignores. Observa las cosas que están cambiando en tu vida. ¿No puedes dormir?, ¿Te sientes deprimida?, ¿Ya no gozas tu profesión?, ¿Te estás peleando con medio mundo?

¿Sientes que no eres una buena médico? Pregúntate que te hace sentir todas estas cosas y comprende que mucho de lo que puedes estar sintiendo es frustración por el desgaste que tienes.
No estás sola.

josephine_ruiz

Actúa como si lo que haces marca la diferencia. Sí lo hace

William James

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