Un grupo de investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) estudiaron mediante técnicas ópticas y electroquímicas, la interacción de colorantes con ADN con lo cual sería posible la detección oportuna de mutaciones genéticas.
Los resultados del presente trabajo fueron dados a conocer en la revista Bioelectrochemistry, en donde se describe la creación de un biosensor electroquímico que permite detectar rápidamente, dos de las mutaciones genéticas más frecuentes relacionadas a la fibrosis quística.
Encarnación Lorenzo, líder del grupo de investigadores madrileños, explicó en la revista ya mencionada que “este biosensor está basado en los colorante safrina y azufre A. Ha resultado bastante útil para detectar secuencias específicas de ADN o la presencia de mutaciones en las bases de las mismas”, explicó.
“El método que hemos desarrollado se ha aplicado con éxito en la detección de las mutaciones más frecuentes: la F508del y la p.GIy542Stop. Esto ocurre comúnmente en el gen regulador de la fibrosis quística, en en pequeñas muestras extraídas de células sanguíneas de personas que padecen la enfermedad”, añadió la investigadora.
De acuerdo a Encarnación Lorenzo, los biosensores electroquímicos son bastante útiles para lograr esta finalidad, siempre y cuando haya moléculas electroactivas que interacciones de forma selectiva con la doble cadena formada tras la hibridación.