Como sabes, las enfermedades no transmisibles (ENT), como las cardiopatías, neuropatías, accidentes cerebro vasculares, cáncer, diabetes u obesidad, son algunas de las enfermedades que más estragos causan entre la población mundial.
Un reporte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que este tipo de enfermedades:
- Matan a 38 millones de personas cada año.
- Casi el 75% de las defunciones por ENT (28 millones) se producen en los países de ingresos bajos y medios.
- 16 millones de las muertes causadas por las ENT ocurren en personas menores de 70 años de edad. El 82% de estas muertes ocurren en países de bajo y mediano desarrollo.
- Las enfermedades cardiovasculares se encuentran en primer lugar de la mayoría de las defunciones por ENT (17,5 millones cada año). A ésta le sigue el cáncer (8.2 millones), las enfermedades respiratorias (4 millones), y la diabetes (1,5 millones).
- Los anteriores grupos de enfermedades representan el 82% de las muertes totales por ENT.
- El tabaquismo, la falta de actividad física, beber alcohol en exceso y las dietas con pocos nutrientes elevan la posibilidad de fallecer a causa de una ENT.
Ante semejante escenario, es muy importante que desde tu trinchera ayudes a que estas cifras no sigan aumentando. Invita a tus pacientes a adquirir nuevos hábitos que ayuden a mejorar su estilo de vida. Inculca en ellos una alimentación sana y balanceada, así como la actividad física regular.
A pesar de que la OMS ha propuesto metas que todos los gobiernos del mundo deben alcanzar antes del 2025, como la reducción del consumo de sal, tabaco, alcohol, grasas, así como la disminución de mortalidad por enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes, etc., es importante que podamos preguntarnos qué es lo que estamos haciendo como país.
Ya se ha visto que agregar impuestos a productos como el tabaco o las bebidas alcohólicas no ha ayudado a detener el incremento de las ENT. Ser el primer lugar en el mundo en obesidad infantil, o ser el principal consumidor de bebidas azucaradas no es motivo de orgullo.
Detener estas enfermedades es trabajo de muchos sectores de la población, pero lo más importante es iniciar una cultura de prevención desde tu consultorio.
