La República Democrática del Congo (RDC) declaró como epidemia el brote de fiebre amarilla que afecta a las provincias de Kinshasa, Kongo Central y Kwango luego de registrar al menos 67 contagios de dicha enfermedad.
El ministro de salud de dicho país, Felix Kabange, explicó que 58 de los casos habían sido importados desde Angola, donde se originó el brote, pero que al menos siete son autóctonos.
Hasta el momento, las autoridades han confirmado la muerte de cinco de los pacientes afectados por esta enfermedad, sobre la cual la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya había advertido la semana pasada que las reservas de vacunas habían caído a seis millones de dosis a nivel mundial tras utilizar parte de estos recursos en la inmunización de personas de Angola, Uganda y la propia República Democrática del Congo.
Por ello, el organismo sanitarios dijo que, de faltar suministros, los médicos tendrían que aplicar una quinta parte de la dosis recomendada sólo para brindar inmunización temporal.
La OMS dio a conocer que hasta mediados de junio distribuyó casi 18 millones de dosis de la vacuna contra fiebre amarilla para campañas de emergencia en Angola, República Democrática del Congo y Uganda, pero que la respuesta a la epidemia en Angola agotó por vez primera las reservas mundiales.
En un nuevo informe, la organismo internacional señaló que “la respuesta al brote de Angola agotó (dos veces este año) las reservas mundiales de seis millones de dosis de vacuna contra la fiebre amarilla. Anteriormente esto nunca sucedió”, pues para controlar un brote en un país no se habían empleado más de cuatro millones.
A decir de la OMS, resulta difícil determinar con antelación cuántas vacunas serán necesarias cada año para responder a los brotes de la enfermedad, de modo que, por ahora, la preocupación consiste en el lago tiempo que demora producirla (unos 12 meses), no obstante, señala, los cuatro principales laboratorios del mundo dedicados a la producción de esta vacuna ya trabajan para recuperar los niveles de reservas, los cuales, a principios de junio, alcanzaban los 6,2 millones de dosis.
Sin embargo, ha mencionado que esto resultaría “insuficiente si surgen brotes simultáneos en otras áreas densamente pobladas”.
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