El Centro Médico “Jesús Gilberto Gómez Maza” se encuentra en la mira del comunidad chiapaneca porque en en el margen del río conocido como “Lacandón” en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, tiró residuos biológico-infecciosos, los cuales se ha negado a recoger.
La zona afectada tiene un manantial que pasa por debajo de un relleno sanitario concesionado a la empresa Proactiva, por lo que los residuos del hospital llegaron para abordar a una situación de por sí difícil.
El nosocomio perteneciente a la Secretaría de Salud del estado de Chiapas tiró bolsas negras que contenían, entre otros desechos, agujas, envases de sueros, pañales ensangrentados y expedientes clínicos con datos de los pacientes, enfermeras y del propio hospital, los cuales revelaron su procedencia.
Héctor Montesinos Cano, dueño del predio San Martín Mujular donde fueron abandonados los desechos, denunció el caso ante la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Ambientales (Fepada) sin que hasta el momento se hayan procedido a limpiar el lugar o la Secretaría de Salud Estatal haya mostrado interés en el tema.
Aunque el lugar fue acordonado por representantes de Fepada luego de tomar fotos y recoger muestras, la principal preocupación de Montesinos Cano, integrante de Chiapanecos en Defensa del Agua A.C., es que el manantial contaminado en su predio conecta con el río Lacandon que desemboca en el Grijalva tras conectarse con el Suchiapa y el Santo Domingo, trayecto en el cual el agua llega a plantas potabilizadoras que proveen de este líquido al municipio de Tuxtla Gutiérrez.
Por ello, dijo, pide que Manuel Velasco Coello, gobernador del estado, tome cartas en el asunto tanto de Proactiva como del hospital, ya que el problema impacta en la salud pública.
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