Trabajaste duro todo el año, así que unas buenas vacaciones no te caerían nada mal. Pero ojo, no caigas en el error de estar sentado en la playa y al mismo tiempo estar al pendiente de lo que pasa en tu clínica todo el tiempo, pues cuando te des cuenta, las vacaciones habrán terminado y ni siquiera tuviste tiempo de disfrutarlas como se debe.
No te conviertas en esclavo de tu trabajo
Si bien es cierto que la tecnología ha facilitado muchas áreas de nuestro trabajo, cuando se trata de disfrutar de momentos de ocio, puede resultar totalmente contraproducente al tratar de encontrar el equilibrio entre tu vida privada y tu vida dentro de la clínica.
Si te vas de vacaciones y piensas que será difícil alejar tu atención de tus deberes laborales, mira estos consejos:
- Si debes consultar tu correo, hazlo solamente una vez al día.
- Aprovecha las ventajas de la tecnología y activa el modo auto-responder de tu correo, de esta forma la gente sabrá que no te encuentras disponible por el momento. O bien, avisa con bastante tiempo de anticipación que te encontrarás fuera de la ciudad pues tomarás tus vacaciones.
- Está bien, irte de vacaciones y hacer como si tu clínica no existiera tal vez está mal, por eso, no es mala idea que te comuniques con tus empleados para saber cómo va el negocio cada 3 o 4 días.
- No seas desconfiado y delega tus tareas a alguien de confianza. Puedes pedirle que te mande reportes y revisarlos cada cierto tiempo.
- Antes de irte de vacaciones, atiende tus asuntos más importantes y delega los pendientes menos importantes a tus empleados de confianza.
- Respeta tu tiempo vacacional, busca un tiempo para estar contigo a solas para leer un libro, ver una película o salir a pasear con amigos y familiares. Haz cosas que realmente disfrutes.
Las vacaciones son necesarias, te ayudarán a reponer las fuerzas que perdiste a lo largo de un año. Recuerda que si tu cuerpo y tu mente están bien, tus pacientes también lo estarán.
