Para conseguir una comunicación eficaz con tus pacientes, deberás esforzarte más allá de las simples instrucciones médicas. Para que la relación con tus pacientes sea sólida, es necesario que identifiques sus necesidades, preocupaciones, su disposición y que te comuniques con ellos claramente.
Utiliza estas pautas para que realices un estudio más exhaustivo con la finalidad de educar a tu paciente en el cuidado de su salud:
Conoce a tu paciente
Cuando estés frente a tu paciente, preséntate e infórmale cuál es tu papel en el cuidado de su salud. Revisa con cuidado su historial médico y hazle preguntas básicas para conocerlo mejor.
Establece una buena relación
Es importante que mires a los ojos de tu paciente cuando sea apropiado. Haz todo lo posible para que se sienta cómodo contigo y para que preste atención a sus inquietudes.
La confianza se gana
Para ello debes mostrar respeto y tratar a todos tus pacientes con consideración, sin juzgarlos.
Analiza la disposición de tus pacientes a aprender
Investiga todo lo que tenga que ver con las expectativas, la actitud y la motivación de tus pacientes.
Averigua sus perspectivas
Esto tiene que ver con sus preocupaciones, temores y conceptos erróneos del paciente. Por eso es importante que le proporciones información clara y puntual que le facilite cuidar de su propia salud.
Haz las preguntas correctas
No se trata sólo de indagar, sino también de preguntarle si tiene inquietudes. Haz preguntas abiertas y escucha a tu paciente a detalle. Verás que sus respuestas te ayudarán a descubrir nuevos caminos para un mejor tratamiento.
Construir una buena relación con tus pacientes lleva tiempo, pero finalmente tus esfuerzos por educarlos valdrán la pena.